10 de diciembre del 2020
LAS PERSONAS CIEGAS Y CON BAJA VISIÓN DE LATINOAMÉRICA LEVANTAMOS LA VOZ CONTRA LA DESIGUALDAD, LA EXCLUSIÓN Y LA DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL
Con ocasión del día de los Derechos Humanos conmemorado anualmente a partir de 1948, la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC) aprovecha este día para reflexionar sobre los obstáculos que impiden la participación y limitan las oportunidades a las personas con discapacidad visual.
2020 ha sido un año inusualmente complicado para todas las personas y en particular, para las personas con discapacidad. Las acciones preventivas emprendidas por los gobiernos en la región basadas en el distanciamiento social como consecuencia de la emergencia sanitaria que hoy aqueja al mundo entero, han aumentado las brechas e intensificado las barreras a la participación de las personas con discapacidad visual restringiendo el disfrute efectivo de sus derechos y limitando su autonomía e independencia.
En el actual contexto de pandemia, cobra relevancia esencial el lema establecido en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible “No dejar a nadie atrás”, y por ello, ULAC exalta su preocupación por las personas con discapacidad visual habitantes de pueblos indígenas y comunidades rurales, así como por aquellas que presentan además otras deficiencias que debido al colapso de algunos sistemas de salud en la región, puedan ver agravada su condición y situación económica.
La Agenda 2030 ha enfatizado en su objetivo 11 la necesidad de contar con ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, lo que se refuerza también en el Marco de Sendai para la Prevención de Riesgos de Desastre.
Pese a estas disposiciones, una encuesta publicada por la Unión Mundial de Ciegos (UMC) en agosto del presente año, rebeló que en virtud de las políticas gubernamentales emergentes por Covid-19, las personas con discapacidad visual encontraron serias limitaciones en la movilidad debido al elevado costo del transporte público,, incrementó su dependencia de otras personas, se fortalecieron las actitudes discriminatorias, la inaccesibilidad impactó a la provisión de alimentos y servicios esenciales y aumentó la ansiedad y la preocupación relacionada con la estabilidad emocional y mental en este grupo de la población.
Al ser de importancia vital conservar la distancia, el necesario uso de dispositivos, aplicaciones y plataformas digitales para realizar el trabajo desde casa, estudiar, estar en comunicación o adquirir productos y contratar servicios rebeló también que tales implementos no eran plenamente accesibles, representando una dificultad más a las ya expresadas y experimentadas por las personas con discapacidad visual, convirtiéndose esta nueva situación en una amenaza para acceder a la educación, al trabajo, al ocio e impactando negativamente en la calidad de vida.
“Reconstruir para mejorar” es el tema del día de los derechos humanos para 2020, relacionándose directamente con las consecuencias que el periodo de pandemia y postpandemia puede significar para la humanidad. Las estimaciones más optimistas prevén un retroceso de hasta 20 años en los progresos obtenidos en diversas materias, tales como el acceso a la educación y al empleo digno. Las personas con discapacidad se encuentran entre las más afectadas.
Ante este panorama, la ULAC reconoce que deben adoptarse con inmediatez medidas creativas, de bajo costo y humanitarias fundamentalmente para hacer frente a los desafíos derivados de la Covid-19 y de lo que se ha denominado “Nueva Normalidad”. En ULAC sabemos que la solidaridad, la fraternidad, la cooperación y el intercambio de ideas, de información y de buenas prácticas serán ingredientes indispensables para fortalecernos y plantar una cara sólida al desafío de recuperarnos con resiliencia y energía de los embates de esta inesperada situación.
Este 10 de diciembre, además de hacer consciencia sobre la importancia de reconstruir con absoluto apego al respeto de los derechos humanos de todas las personas, ULAC refrenda su compromiso con sus organizaciones afiliadas y con las personas ciegas y con baja visión de Latinoamérica, prestando atención a sus necesidades, y respondiendo con oportunidad y pertinencia a sus demandas e inquietudes.
Por último, recordamos a los gobiernos de la región, la relevancia de celebrar consultas estrechas con las personas con discapacidad a través de las organizaciones que las representan para la adecuada definición de políticas y acciones, conforme a la obligatoriedad establecida por el numeral 3 del artículo 4 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Observación general No. 7. Desde ULAC estaremos atentos a las políticas focalizadas y a las medidas de nivelación que se emprendan para responder a las especificidades de las personas con discapacidad visual, constituyendo apoyo técnico en materia de discapacidad, pero también siendo una voz enérgica y crítica cuando así no ocurra.