COMUNICADO Las Personas con Discapacidad Visual en el Día Internacional de los Trabajadores

Compañeros y compañeras, no cabe duda que son momentos dolorosos y difíciles para nuestro colectivo, la pandemia ha roto el delicado equilibrio en el que se sostenía con incipiente firmeza el espacio laboral que tras mucho esfuerzo habíamos conseguido por medio de la formación profesional y la igualdad de oportunidades.

Comprobamos con preocupación, que muchas de las personas ciegas y con baja visión que ante la falta de oportunidades dependían del autoempleo, el trabajo y la economía informales han perdido sus fuentes principales de sustento para ellas y sus familias, y una importante cantidad de empleos formales simplemente ha dejado de existir.

De acuerdo a datos aportados por la Cepal durante 2020, se estima que el PIB conjunto de las economías de América Latina y el Caribe caerá un 7,7%, y la tasa de desocupación se incrementará en 2,6 puntos porcentuales. Ello supone un empeoramiento en las condiciones de vida para todas las personas, acentuación de la pobreza y aumento de la desigualdad en la región, lo que afecta en mayor proporción a las personas con discapacidad, que previo a la pandemia, ya enfrentaban tasas más altas de desempleo, marginación y pobreza que el resto de la población.

Ante la gravedad del escenario, la ULAC aprecia que las políticas emprendidas por los países para resolver de manera oportuna las problemáticas causadas por la Covid-19, carecen de una focalización efectiva y eficiente, y lamenta que a la fecha, no existan mecanismos eficaces que garanticen a las personas ciegas y con baja visión, condiciones laborales dignas, seguras, accesibles e inclusivas, por lo que instamos a los estados para que la Covid, se aproveche como una oportunidad para legislar y establecer políticas sobre el teletrabajo, con apego a los criterios del trabajo decente, y de manera inmediata, desde las instituciones y empresas se puedan realizar las adecuaciones necesarias.

A tan sólo unas semanas de la declaratoria de emergencia por Covid-19 en la mayoría de los países de la región, nuestra organización hizo énfasis en la necesidad de que se garantizaran a las personas ciegas y con baja visión, las mismas oportunidades que a las demás personas, a través de dispositivos tecnológicos, conectividad accesible para la gestión de las tecnologías de la información y la comunicación, y la debida asignación de recursos.

Manifestamos nuestra preocupación ante la escasez de datos sobre las personas ciegas y con baja visión que debido a la pandemia, han perdido sus empleos, y subrayamos la obligación contraída por los gobiernos para contar con información estadística transparente y accesible, de conformidad con el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Nuestra organización destaca los compromisos asumidos a partir de la suscripción de importantes instrumentos jurídicos internacionales y regionales, tales como el Convenio núm. 159 sobre la readaptación profesional y el empleo (personas inválidas) y su recomendación núm. 168; la convención sobre los derechos de las Personas con discapacidad en particular el artículo 27; el objetivo 8 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el objetivo 5 del Programa de Acción para el Decenio de las Américas por los Derechos y la Dignidad de las Personas con Discapacidad.

En el marco del día internacional de los trabajadores, la Unión Latinoamericana de Ciegos recuerda a los gobiernos, que el movimiento asociativo de personas con discapacidad tiene una larga tradición de luchas y conquistas, y que el actual contexto de pandemia, nos motiva a levantar la voz con mayor fuerza, a fin de que nuestros derechos no sean pasados por alto.

Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo con las organizaciones afiliadas y les recordamos nuestra apertura, para desarrollar y fortalecer las acciones de incidencia que decidan emprender en sus países con motivo de esta grave situación.